Cuando tenía 15-16 años leí esto en una tienda de ropa de mi barrio. Nunca olvidé la enseñanza de aquel cuento.
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Érase una vez un hombre que vivía muy cerca de un importante cruce de caminos. Todos los días a primera hora de la mañana llegaba hasta allí donde instalaba un puesto en el cual vendía bocadillos que él mismo horneaba.
Como padecía sordera y su vista no era muy buena, no leía la prensa ni veía la televisión pero eso si… vendía exquisitos bocadillos.
Como ya he apuntado en otras ocasiones, los préstamos al consumo en el punto de venta tienen altos márgenes y alto riesgo, por lo que la habilidad directiva es un factor importante de éxito. Además, Japón es el país, por excelencia del «Geek«, o «Friki tecnológico»: consumidor experto en tecnología, y ansioso de comprarla el mismo día del lanzamiento. Es decir, que si te pasas 2 noches en una cola para conseguir tu nueva PlayStation III, lo último en lo que te fijas es en las condiciones del préstamo que te ofrece la tienda.
Otro factor importante que pueda explicar el éxito de emprendedores independientes (aunque lleve décadas levantar un negocio de estos) en este área es que los préstamos al consumo en el punto de venta suelen ser muy agresivos en su planteamiento (condiciones poco transparentes, altos intereses, marketing sesgado, acuerdos de exclusividad con el comercio para evitar competencia, etc.), por lo que muchos grupos financieros generalistas están atados por el perjuicio que puede conllevar a su imagen de marca principal. En otras palabras, es difícil que un consumidor confíe en un banco que le ofrece una hipoteca si antes le ha cobrado un 23% TAE al comprar su PlayStation III. Y el ciudadano medio primero compra la PlayStation, y luego la casa.
Hace poco hablé del apasionante mundo de los préstamos en punto de venta, en los que lo más importante es tener un producto rápidamente aceptable por el cliente y con poco papeleo.
Si vas a comprar una TV plana por 1000 Euros, y el vendedor te ofrece financiarla con la siguiente fórmula:
«Pagas 1/10 cada mes y al final pagas una cuota extra en concepto de intereses»
Anteriormente había escuchado el concepto de hacer que el ratio de capital bancario (Fondos propios/Fondos ajenos) dependiese de la calidad de la cartera de crédito (Basilea II) y del ciclo económico (algo como las provisiones contracíclicas).
Ahora Gary Becker (Nobel Economía 1992) presenta como idea que el ratio crezca cuanto mayor sea el tamaño del banco.
Becker argumenta que cuanto mayor es el tamaño de un banco, en caso de crisis, más probabilidades hay de que si el banco quiebra, el estado tenga «la obligación» de socorrerlo, por los efectos que habría sobre el sistema financiero en general. En otras palabras, hay más probabilidades de que el estado auxilie a Citigroup, que al banco local de Witchita. Si Citigroup quiebra, el sistema se viene abajo, si el banco de Witchita lo hace, no. Pero es que si 100 bancos como el de Witchita quiebran, como lo hacen desacompasadamente, tampoco pasa nada, aunque el tamaño combinado de esos 100 bancos fuera como el de Citigroup.
Visto de otra manera, esta medida pretendería deshacer una ventaja competitiva -injusta- que los bancos grandes cuentan respecto a los bancos medianos o pequeños: los bancos grandes cuentan con la garantía implícita del Estado (hasta cierto punto claro está). Es una especie de «chantaje pasivo».
La idea me parece realmente buena, y creo que habría que reflexionar más sobre ella y articular algún tipo de regulación basada en este concepto.
Yo por mi parte, añadiría que la medida tendría el efecto indirecto de deshacer parcialmente las enormes economías de escala de la industria bancaria, resultando una industria más fragmentada y competitiva. Además, en caso de crisis se podría dejar quebrar a más bancos (mi medida de rescate bancario favorita) porque no dejaríamos el sistema vacío de bancos.
Nota: hasta hace 2-3 de décadas el sistema bancario estadounidense estaba muy fragmentado. Existía una ley federal que prohibía a los bancos operar en más de un estado. Probablemente la medida que plantea Becker sea una especie vuelta atrás a aquel escenario, pero de manera más inteligente y beneficiosa para la sociedad.
Bill-Me-Later es una empresa de crédito sobre compras realizadas en Internet. Es el equivalente a los préstamos en el punto de venta, pero online.
Para los profanos en la materia diré que existen empresas financieras que ofrecen un préstamo rápido (sin o con poco papeleo) en el mismo centro comercial en el que compramos una lavadora o una TV. Los préstamos en el punto de venta suelen ser caros (10-20% generalmente) porque la gestión del riesgo es baja (no hay casi datos para evaluar), puesto que lo importante para el cliente (y el comercio) es la inmediatez.
En España creo recordar (hice un proyecto hace unos años) que los líderes son Financiera El Corte Inglés, Santander Consumer, BBVA Finanzia, Cetelem, Servicios Financieros Carrefour, Cofidis, y Finconsum («la Caixa»). También recuerdo que Caja Madrid tenía un servicio llamado «AlMomento». La financiación al consumo es un mercado gigante (unos 50.000 millones de € de balance en España) y con altos márgenes, en el que la clave del éxito es conseguir una gestión del riesgo eficaz que contenga la alta morosidad inherente a este segmento financiero.
Malas noticias. Señaliza -para empezar- que la política fiscal, de tipos, o la política estructural están prácticamente agotadas.
«Crear dinero» es una medida popular (o por lo menos no es impopular), en el sentido de que ningún agente económico o social se siente amenazado por dicha medida. Pero la realidad es que crear dinero -artificialmente- perjudica a la sociedad en general, puesto que Seguir leyendo El Banco de Inglaterra sugiere que va a comenzar a crear libras
A instancias de Francisco García (Recomiendo visitar Bankimia) he grabado este video (2 partes) con algunas reflexiones sobre el sector de Bancos y cajas de Ahorro en España. No es muy exhaustivo pero espero que os guste. 🙂
Esta vez traigo un video que me ha gustado y con el que estoy de acuerdo en prácticamente todo. Es un video que hace pocos juicios de valor y en cambio explica visualmente todo lo que ha pasado hasta llegar a la crisis financiera. Eso si que es didáctico.
Ya no basta con enseñar a las personas y comunidades desfavorecidas a leer y a producir bienes. Ahora es necesario alfabetizar digitalmente y enseñar a ser autónomos financieramente (esto va por España también, por si alguien no lo tenía en mente).
Fundación BBVA, UNED y la Universidad del Pacífico han creado un programa específico para propulsar la formación de gestores de instituciones de microfinanzas en Latinoamérica.
En algunas ocasiones he comentado el error frecuente de asimilar desrregulación y liberalismo. El liberalismo pretende que los mercados funcionen con la mayor libertad posible, tanto por la parte de los consumidores como por la parte de las empresas. Por eso en determinadas ocasiones se hace necesario regular, pero no para alterar el orden de las cosas de forma arbitraria, sino para mejorar el conocimiento que consumidores y empresas tienen entre ellos y que por tanto sean capaces de competir más directamente*.
Parece que la presión de los gobiernos acorrala a los paraísos fiscales. Fui consciente de este hecho hace unos años, cuando un amigo que trabaja en un banco en un paraíso fiscal me contó las fuertes presiones (en forma de compensaciones económicas) que la Unión Europea ejerce sobre los bancos de su país. De hecho me llegó a vaticinar que se podrían acabar algunos paraísos fiscales, entre ellos el suyo (no doy pistas, pero diré que es uno muy famoso).
La crisis financiera y la masificación de Internet están dando pie a que personas con ganas de notoriedad (para vender libros y entrevistas), o con ganas de cambiar el sistema radicalmente (comunistas camuflados que buscan la oportunidad perdida) produzcan y cuelguen videos de corte populista bajo la etiqueta de «videos didácticos«.
Estos videos utilizan el miedo como ingrediente fundamental, y están plagados de falsedades y engaños conceptuales, aunque a simple vista parezca que las cosas que dicen están cargadas de «sentido común». Espero que por lo menos cunda entre la población general un deseo de aprender más sobre economía y finanzas, para saber interpretar realmente lo que pasa a nuestro alrededor, que no es sencillo.
No creo que sea conveniente hacer caso a todos estos personajes (¿Alguien ha visto -por ejemplo- un doctor en economía por MIT diciendo alguna de estas tonterías?). La crisis es dura y saldremos de ella, pero poco a poco y sin complicarnos la vida artificialmente.
Los 2 vídeos más alarmistas, sesgados y engañosos que he visto son estos dos:
«Protestantism is no more a safeguard of freedom than Catholicism. The ideal of liberalism is the complete separation of church and state, and tolerance–without any regard to differences among the churches»
«A lasting order cannot be established by bayonets»
«Whoever wants peace among nations must seek to limit the state and its influence most strictly«
Una vez más he tenido la fortuna de asistir hoy a un almuerzo con un premio Nobel de Economía en la Fundación Rafael del Pino. En esta ocasión ha sido con Robert Solow, galardonado en 1987 por sus estudios sobre las razones que causan el crecimiento económico sostenible en las naciones. Por cierto, R. Solow tiene 84 años y está como una rosa.
No voy a contar ni el Modelo de Solow ni todo lo que nos ha contado en el almuerzo (de nada!). Tan sólo me gustaría destacar que Robert Solow nos ha comentado que un problema generalizado en Europa es que el debate sobre la flexibilidad laboral se lleva a cabo en términos de distribución de sus costes, y no de la eficiencia que conlleva.