Al principio el web 2.0 era el paradigma de la democracia en Internet: la gente opinaba y colaboraba, y las noticias o post tenían más valor por los comentarios, que por la noticia en si misma.
Aquello funcionaba porque los primeros usuarios del web 2.0 eran -como siempre- gente inteligente y educada, con ganas de innovar y descubrir innovación. Pero ahora… Ahora el web 2.0 está lleno de todo lo contrario: gente maleducada, con intereses sesgados que cree que convencen a la gente no mediante un comentario bien argumentado, si no mediante una avalancha de comentarios que colapsan cualquier diálogo entre usuarios. El problema se acrecenta al tener este tipo de personas mucho tiempo libre, todo lo contrario que los primeros usuarios del Web 2.0.
Ejemplos:
Diario 20 minutos: Yo empezé a leer este diario por lo mucho que me gustaban los comentarios. Pero es que ahora… está lleno de «trolls«. Por ejemplo: basta que haya un comentario relativo a Madrid o Cataluña para que a la gente se le crucen los cables. Mucha gente sospecha que detrás de todos estos comentarios hay gente que insulta gravemente a su mismo colectivo para crear una imagen desfaforable de los otros. Muy maquiavélico.
Otro caso: gente negando el Holocausto. Me parece subrealista a estas alturas, y es un delito en algunos países europeos. Este caso en particular me pone de muy mala leche.
Zuzzid: Web 2.0 para opinar sobre productos aseguradores. Una buena idea en teoría… hasta que todas las aseguradoras (empezando por la que creó el web) pusieron un equipillo para hacer comentarios en Zuzzid y ya las opiniones eran tantas y tan divergentes que nos quedamos como al principio. De hecho hace tiempo que no logro acceder al web de Zuzzid y sospecho que ha cerrado.
Enrique Dans: ED es un creador de opinión, no cabe duda de eso. Así que los comentarios de su blog se han convertido en una especie de contrarréplica ultra-agresiva: no es que le lleven la contraria, sino que ya van a por el desgaste psicológico de ED. ED ha dicho «Basta».
Posibles soluciones:
A) Moderación/censura, aunque se pierda un poco el aire democrático del web 2.0.
B) Permitir sólo un comentario por usuario (o por cliente). Esta es quizá la solución que más me gusta. De la misma manera que en democracia sólo se puede emitir un voto por persona, pues que en los sitios 2.0 sólo se pudiera emitir un número limitado de comentarios por usuario. En algunos casos podría ser difícil implementarlo, pero en otros no tanto.
C) Votaciones de comentarios (20 lo hace ya). Está bien, pero no es suficiente.
D) Tener un sistema de Karma. Sin embago, después de ver cómo funciona meneame, creo que tampoco sería fácil.
E) Cambiar nuestra positiva imagen del web 2.0 y aceptar que la miseria humana lo ha invadido ya, como suele ser habitual en cualquiera de estas cosas.
Si te pones a implementar un sistema de karma justo, me iría más por algo como el de Barrapunto, que es bastante más equitativo que el de Meneame, y está basado en destacar, premiar o promocionar el buen contenido en lugar de censurar. Y digo censura porque lo de Meneame es censura, desde el momento que alguien te puntúa bajo en un comentario y la marabunta decide imitarle, y al día siguiente te encuentras con que no puedes ni enviar ni comentar. Y esto que digo puede parecer extremista, pero no lo es tanto. Entra a comentar con algo de razón y lógica en una noticia de índole fascista o antifascista (o religioso tipo HazteOir) y ya la tienes montada. Si el karma es sólo una forma de calificar comentarios, vale, pero desde el momento que un usuario pierde su capacidad de expresión gracias a la opinión de otros (ni siquiera de un moderador) me parece sumamente peligroso.
De hecho en Meneame se ve perfectamente lo peligrosa que es la democracia cuando se delega el poder en gente que no está preparado para tenerlo. Como maqueta a escala no me parece mala aproximación.
Por cierto, sobre lo que dices de Dans, no estoy muy de acuerdo. Este hombre vende una imagen de ser el paladín de la red y las nuevas tecnologías (incluso podría decirse que se ha autoerigido emperador de internet) sin tener más idea que cualquiera que siga más o menos de cerca el progreso de la tecnologia.
Si uno sigue sus posts, puede ver que la mayoría de las veces sólo redescubre la pólvora una y otra vez, pero rebautizándola con un polvo celestial. Lo mismo te redescubre Twitter que Facebook que el spam.
Así que es normal que su blog sea campo de batalla.
Bueno, pero también tiene su punto lo de aunar noticias en un web y esplicarlas con el punto de vista propio. Yo creo que Enrique en ese sentido lo hace muy bien y por eso tiene tanta audiencia.