No soy una persona de letras, pero a lo largo de mi vida he ido descubriendo el importantísimo papel que juega la semántica a la hora de analizar lo que sucede a nuestro alrededor.
Si yo, madrileño de nacimiento, me mudo a Murcia, ¿Lo llamarían inmigración?. Y si yo fuera madrileño de nacimiento, hubiera vivido toda mi vida en Buenos Aires y volviese a Madrid ¿Sería inmigración? Y si hubiera vivido en Londres? Y en Nueva York? Y en Malabo? ¿Sería lo mismo (en términos de considerarme inmigrante) si fuera “blanco” (padre español y madre noruega) que si fuera “mulato” (padre español y madre exespañola de Guinea Ecuatorial)?
Si soy argentino y me mudo a Madrid, ¿se considera igual de “inmigración” si soy de origen español/italiano que si soy de origen indígena?
No lo llamen inmigración, llámenlo xenofobia. Cuando hay clases de inmigración, lo que hay realmente es xenofobia. Xenofobia muy bien disimulada en los convencionalismos lingüísticos y sociales.
No nos preocupa la inmigración, nos preocupa lo diferente, y eso tiene un nombre.
Xenofobia.
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