Es decir, de bancos que se queden con todos los activos tóxicos y que por tanto el sistema bancario se purifique y vuelva a funcionar como antes.
Yo no opino igual. Yo creo que los «bancos malos» son una oportunidad de oro para que aquellos bancos y banqueros que han hecho mal su trabajo se escapen sin pagar el precio que deben. El modelo de «bancos malos» que nos están empezando a vender no es más que una oportunidad de negocio inmensa para los bancos y banqueros que se han equivocado, o que han tomado excesivos riesgos sabiendo en muchas ocasiones que podrían salir indemnes de las consecuencias gracias a la intervención estatal. Y todo esto se hace a costa del dinero de los contribuyentes y de los banqueros y bancos que han hecho las cosas bien.
Lo más preocupante del modelo de «bancos malos» es que el proceso de valoración y venta de activos problemáticos a los «bancos malos» es un proceso altamente subjetivo (por mucho que haya compañías de prestigio haciendo el trabajo), y por tanto sujeto a tentaciones muy altas de corrupción. Además, se pierde el incentivo negativo para sucesivas crisis. Si los banqueros jóvenes de ahora ven que se reflotan bancos de esta manera, dentro de 10-15 años seguirán sucediendo actitudes de riesgo como las que han llevado a esta crisis, porque los banqueros/bancos seguirán pensando que tienen cierto grado de poder sobre la sociedad de tal forma que acudirán a rescatarlos de maneras generosas como esta.
Yo prefiero una solución más liberal y clásica a la vez: dejar que los bancos sufran y cuando estén al límite (y por tanto se resienta su labor social), que el Estado los compre o nacionalice (si no tienen valor residual). Una vez que el Estado los sanee (en un periodo de tiempo corto), se vuelven a privatizar mediante un sistema público de subasta. Es algo parecido a lo que se hizo con Banesto, y mirad lo bien que salió.
Hola Francisco.
Perdona, pero el enlace del video parece no funcionar ni en Firefox ni en Internet Explorer.
Un saludo
Gracias Nacho. Habían movido el video de lugar. Ya lo he enlazado al nuevo.
Un saludo
Con lo que hemos gastado en la banca y asimilados, no podríamos haber creado varios «bancos buenos»?
En vez de dedicar recursos para que se los coman los bancos tradicionales, creamos bancos semi estatales para volver a funcionar, con capital nuevo, sin activos tóxicos, con mayor control, y dentro de 2, 5 o 20 años, los privatizamos.
El capital podría ser 50% privado y 50% público. Con estas garantías hasta los más tímidos inversores no tendrían problema en entrar.
De esta manera no se gastan mis impuestos en bancos que lo han echo soberanamente mal.