El gobierno alemán ha acudido hoy al rescate de Hypo Real Estate Bank (ver noticia en cotizalia). La canciller alemana, Angela Merkel, ha dado la cara y junto con el plan de rescate ha dejado bien claro que los gestores de Hypo Real Estate Bank pagarán por lo que han hecho, y que los accionistas del banco serán los primeros en financiar los desperfectos y los últimos en obtener cualquier beneficio, todo lo contrario que el contribuyente alemán.
Este enfoque contrasta notablemente con el plan de rescate norteamericano (el pelotazo de los 700.000.000.000 de dólares para que nos entendamos), en el que el discurso oficial se basa primordialmente en el miedo, y en la necesidad de inyectar dinero al sistema financiero sin saber muy bien por donde lo vamos a inyectar. Lo que si sabemos es quien lo va a inyectar: se ha desvelado que los encargados de comprar (y valorar…) activos tóxicos van a ser «10 ó 15 empresas financieras» que serán supervisadas por el gobierno federal», es decir, más de lo mismo, serán los 10-15 mejores amigos de George Bush en Wall Street, supervisados por la reserva federal. Es decir, los que van a rescatar el sistema financiero norteamericano van a ser los mismos que hicieron el lío, supervisados por los mismos que no se enteraron de lo que estaba pasando en sus mismas narices. Y lo tomas o lo dejas, el discurso norteamericano es algo así como «esto es lo que hay, lo tomas o nos vamos todos a pique, y será tu responsabilidad«.
Por cierto, la actitud de Obama ante el plan de rescate me ha decepcionado un poco. Creo que él está en contra, pero decidió apoyar el plan para no tomar una posición de riesgo que pudiera dar al traste con su ventaja electoral. Sin embargo estoy casi seguro de que si llega a ser presidente cambiará -en lo posible- este plan y hará algo más sensato.
Me gusta está solución, me parece más coherente, más justa para los contribuyentes y para el sistema en general, la gente tenemos que hacernos responsables de nuestros trabajos.
Y me gusta, he de reconocerlos, que sea una mujer, la que en esta ocasión marque la diferencia con las medidas tomadas por los insensatos de los americanos, incluyendo a Obama que a mi también me ha defraudado un poco, porque cuando se trata de «valores patrióticos» en este caso, consideran el rescate de la banca de inversión, algo en la que todos han de estar unidos, son más de los mismo. Se me ocurren otros temas, como el tema de Israel, en el que me gustará ver cómo reacciona Obama, aunque todos creo que sabemos lo que hará.
Curiosamente, esta mañana Guillermo de la Dehesa en un artículo también compara ambos modelos de intervención. Su opinión es contraria a la mía. Él argumenta que ir banco a banco es una especie de «chapuza» en comparación con rescatar todo el sistema en su globalidad.
http://www.elpais.com/articulo/economia/formas/atajar/crisis/elpepiopi/20081006elpepieco_3/Tes
Yo sigo pensando que lo realmente importante es que se mantenga una relación directa entre rescate y castigo a los gestores y accionistas de la entidad rescatada, y eso, con una «barra libre» de capital a lo largo y ancho del sistema es difícil de llevar a cabo.