Leo un interesante artículo en New York Times que me recuerda que debo escribir un post acerca de unos de los fenómenos sociológicos y financieros más interesantes que observo en los últimos años: Los padres están dejando cada vez menos herencia a sus hijos. Es una tendencia muy gradual y difícilmente observable, pero estoy convencido de que existe, sobre todo enlos países más avanzados financieramente (EEUU y Reino Unido).
Para los más pesimistas esto no es nada más que una demostración más de lo mal que va la economía, el aumento de la desigualdad, etc. etc. Para mí es más sencillo; lo que realmente sucede es que los padres tienen a su alcance cada vez más instrumentos financieros que permiten ajustar su nivel de vida de jubilados a su capacidad económica real. En palabras más simples, antiguamente los hijos heredaban el exceso de capital que los padres tenían acumulado en el momento de su fallecimiento con el objetivo de seguir viviendo unos años más, o por si ocurría algún imprevisto. En la actualidad los padres pueden contratar seguros, planes de pensiones, hipotecas inversas, y otra serie de productos financieros avanzados para transformar su patrimonio acumulado en ingresos de por vida. «Carpe Diem» dicen muchos de los que contratan un producto de estos y se van a vivir a Florida con un nivel de vida superior incluso al que tienen en la actualidad (debido a que trasforman capital en ingresos recurrentes).
En España todavía prevalece el sistema clásico, pero en EEUU el sistema moderno avanza a pasos agigantados. Para mí eso es bueno puesto que soy un detractor de las herencias. La herencia es un anti-incentivo para la superación personal del individuo. No llego al extremo de pedir que se eleven los impuestos sobre las herencias porque creo que hay otros factores a tener en cuenta: integridad de los bienes productivos y de las unidades familiares, etc., pero sí creo que si la no-herencia viene dada por una decisión privada de los padres, eso es una cosa buena para la sociedad.
He leido su articulo «Desheredados» y aunque estoy de acuerdo en algunos
puntos, en su análisis se le olvidan aspectos fundamentales, como son que
1) La mayoría de los familiares meten a sus padres en residencias porque la
situación es insostenible (aún teniendo dinero)tenga en cuenta que la
mayoría de los ancianos de residencias están demenciados y son inmanejables. Los
hijos trabajan y no pueden estar en casa con los padres todo el día (por cierto,
con este trabajo pagan impuestos con los que financiar las residencias….)
2) Estos ancianos han pagado ya bastantes impuestos a lo largo de su vida
como para que tengan que robarles su patrimonio.
3)Los hijos también están pagando unos impuestos altisimos sobre todo si son
asalariados.
Conclusión se le ha olvidado en todo tu análisis ni mas ni menos que la
razón del estado del bienestar , con los impuestos que pagamos el estado
redistribuye y da prestaciones a los ciudadanos.
Si en vez de esto lo que hace es quedarse con nuestro patrimonio cuando nos
da prestaciones ¿para que pagamos impuestos?. En este caso el estado y las 17
CCAA nos estarían robándo.
Tal y pinta usted la situación lo mejor es que a estos ancianos y a sus
hijos no les quiten impuestos y se pagen la residencia por su cuenta, seguro que
les sobra dinero.
Un saludo
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