Lo primero que tengo que decir es que estoy impactado. Lo que ha sucedido esta semana es muy, pero que muy grave. No voy a repasar las nocicias relacionadas con MorganStanley, AIG, Lehman Bross, Merrill Lynch, Washington Mutual, etc. pero creo que habrá un antes y un después de esta semana en el terreno financiero.
Sin embargo hay una cosa -más- de la que preocuparnos: muchos agentes sociales y políticos utilizarán esta tremenda crisis financiera para justificar -o imponer- su particular su particular visión del asunto, o incluso de la vida en general (buenos, malos, y otras especies).
Bush justificará más intervencionismo en la economía y más amigos haciendo y deshaciendo a su antojo (para él esto será como un mini-11S que justifica acciones de dudosa racionalidad pero exentas del escrutinio público), los antimercado/antisistema/antitodo dirán que esto es lo que demuestra que el capitalismo no funciona, otros tratarán de resucitar a Marx (a Karl me refiero), el presidente de la CEOE pide «un paréntesis en el libre mercado para justificar ayudas financieras a las empresas», y «mi vecino del quinto» pasa de trabajar porque está desmotivado. Cada uno adapta la historia a su manera.
Para mí es un peligro político que haya tanta gente y tan diversa con una ansiedad enorme por hacer algo, y que ese algo no esté lo suficientemente meditado. La situación es muy complicada, pero cuidado con las recetas milagro. Yo creo que esto va de muchas pequeñas reformas, de paciencia, y de trabajo duro.
Por otro lado -y más interesante para mí en particular- creo que esta crisis va a cambiar de forma sustancial la industria de los servicios financieros en todo el mundo. La principal palanca de cambio será el distinto comportamiento de los consumidores, menos confiados y más severos con ls servicios recibidos. Habrá que estar atento porque grandes oportunidades se abrirán, y no será fácil detectarlas.
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