La mayoría de empresas de servicios financieros que tienen cierto éxito, o bien se venden o diversifican su oferta. La razón de esto último es -en mi opinión- que la innovación que las hizo grande se erosiona al copiarle otras empresas, por lo que tienen que mover su estrategia a un terreno común en el que también puedan obtener rédito de su base de clientes satisfechos. Un ejemplo claro de esto es Capital One, el segundo mayor emisor de tarjetas de crédito del mundo (según tengo entendido) gracias a su excelente uso del CRM. Ahora ya comercializan hipotecas, seguros, préstamos personales y depósitos a plazo.
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