A) Parece que la solución a cualquier problema económico es gastar más, y no aumentar la competitividad en mercados exteriores e interiores. No soy partidario de las políticas keinesianas, y en caso de aplicarlas sería en casos muy particulares. Por ejemplo en EEUU en la actualidad, porque las infraestructuras llevan muchos años dejadas «de la mano de dios», cosa que no pasa en España. Un segundo ejemplo podría ser plantar 100 millones de pinos en España, porque hace falta y en algún momento habrá que hacerlo. Pero no se me ocurren más políticas keinesianas que tengan sentido para España en el momento actual.
B) Los que gastan son los ayuntamientos, que no son precisamenet un ejemplo a la hora de gastar en obra pública. Después de la que han liado con el ladrillo ahora se les da dinero para que hagan un par de glorietas más con sus amigos constructores…
C) En caso de gastar dinero, prefiero que haya parados con buenos subsidios de desempleo a empleados en cosas absurdas (minas que casi no tienen mineral, limpiar cosas limpias, etc). El paro bien remunerado actuaría como incentivo para emprender nuevas cosas (curso de formación, nueva profesión, una empresilla, etc. etc.). El paro mal remunerado puede encaminar al ciudadano hacia la depresión personal, y el empleo subsidiado es una cosa absurda que hace al empleado pensar que hace algo útil a la sociedad cuando en realidad no es así.
NOTA: Yo soy partidario del despido libre + alta cobertura social por parte del estado para la situación de transición profesional originada por el paro. Creo que la flexibilidad laboral ha de primar porque es una palanca de riqueza social muy importante, demostrado por innumerables economistas de priméra línea. Asimismo creo que el Estado ha de actuar de colchón para las situaciones de transición, para evitar el problema social (a veces grave) que ello conlleva. El aumento de costes de esta política debería ser financiado con un aumento de impuestos sobre las empresas principalmente, ya que son los mayores beneficiados a corto plazo.
D) Crea déficit. Resulta que el origen de la crisis es el sobreendeudamiento de los particulares (entre otras cosas) y ahora la receta va a ser ¿el sobreendeudamiento de la administración?
E) Es un poco arrogante: Escuché al presidente decir que el plan creará 300.000 puestos de trabajo. Me preocupa que un jefe del gobierno piense que la economía consiste en una palanquita que hace todo tan predecible. Y si así fuera, ¿Por qué ha dejado subir el paro hasta los niveles actuales?
F) Oculta lo problemas reales de la economía: cualquier plan de choque a corto plazo es una interferencia para ver claramente los problemas reales de la economía y ser capaz de abordarlos con medidas de fondo.
Buenas,
El otro día salió en Meneame un debate muy interesante sobre este tema, que comentaba este articulo:
http://www.elciervo.es/html/default.asp?area=articulo&revista=101&articulo=775
En realidad a poco que se piense resulta obvio que para dar confianza a las empresas y para que contraten sin temor, hay que darles ciertas garantías de que no tendrán que cargar con el empleado de por vida, pase lo que pase. Desde luego España no es ya ese país de empresas paternalistas que había hace 30 años. Allí empezabas y allí terminabas. Era fácil darlo todo por la empresa en los primeros años porque sabías que te jubilarías allí. Ahora sabemos que no es así (hablo desde el punto de vista de la consultoría/informática) por lo que tampoco es fácil exigirle a nadie un esfuerzo, sobre todo a cambio de nada. Pero no quiero divagar, me centraré en lo fundamental y es que con una cobertura firme en desempleo y con un compromiso también digamos firme del trabajador por intentar trabajar esto se arreglaría. Pero el problema de España no es tanto un problema económico como social. Es un problema de mentalidad, y para arreglar eso hace falta una reforma mucho mayor que la de imprimir dinero o crear puestos de trabajo de la nada.
Además, resulta gracioso como ver que la misma gente protesta de la misma forma tanto cuando se habla de abaratar el despido como en el caso contrario.