Para la mayoría de los medios y bloggers la noticia es que Google repite como lugar favorito para trabajar en el prestigioso ranking de la revista Fortune. Para mí es que Quicken Loans sea el #2. Quicken Loans es una empresa financiera/ hipotecaria que, con la que está cayendo, ha logrado crecer -en número de empleados- un 68% durante 2007 🙂
No conozco en profundidad (ni al menos superficialmente 😕 ) esta compañía, pero al parecer uno de los factores clave es su ética tanto para los empleados como para los clientes.
Dos comentarios me vienen a la cabeza:
- El «salario emocional» cuenta. En España empresas como «la Caixa«, Caja Madrid, o Triodos Bank son capaces de atraer a sus plantillas a personas cuya sensibilidad social les hace sentirse muy orgullosas de trabajar con ellos. Otras empresas como Bankinter también incorporan el componente ético a su imagen corporativa, aunque de manera subsidiaria al componente de «rentabilidad».
- En el caso de Quicken Loans parece que se utiliza con bastante discrección su aspecto ético. Al echar un vistazo en su web, no he encontrado ninguna referencia a la ética aparte del clásico sello «Equal House Lender» que tienen todos las empresas del sector (lo tenía incluso la difunta Ameriquest, que provisionó 325 millones de dólares para hacer frente a las demandas por prácticas ilícitas en 30 estados). Creo que en muchas ocasiones se abusa del componente ético, y eso puede generar efectos contraproducentes para la empresa que lo sobre-utiliza, fundamentalmente por 2 razones:
- No se muestran claramente los beneficios para el consumidor, que al final es lo que cuenta. Muchas veces la «ética» es otra cortina de humo más en la política de comunicación de la empresa.
- A nadie nos gusta que nos den lecciones de ética, y que nos hagan sentir mejor o peor en función de nuestra posible actitud de compra.
Creo que al fin y al cabo lo que cuenta son las acciones reales, los valores reales, y no la promoción o instrumenrtalización de los mismos. Sucede lo mismo que a nivel personal, cuando una persona es buena y honesta en general no va pregonándolo por la calle. Se sabe sólo con verle actuar y su buena reputación se propaga.
Estoy totalmente de acuerdo en el abuso del término ética que muestran algunas entidades, dando lecciones a sus clientes o posibles sobre lo que está bien o lo que no dentro de la banca. Para mi hay varios puntos a tener en cuenta:
– Sin la evolución de la banca tradicional, no se hubiera llegado a la supuesta banca ética, ésta además se nutre, aunque desafortunadamente en un pequeña proporción, de gente con experiencia en banca «tradicional». Al fin y al cabo las operaciones que se realizan formalmente son las mismas, y la normativa a la que todos se acogen es la misma, la que marca Banco de España.
– Para hablar despectivamente de la banca tradicional habría que tener mucho cuidado, puesto que hoy por hoy es poco probable que no sea necesaria su utilización, incluso por estas entidades éticas. Obviamente hay cosas que debieran mejorarse, pero como en todos sitios.
– Pese a qué parte de los negocios en los que se invierte no sean todo lo éticos que debieran (según criterios claro, vomo por ejemplo la energía nuclear), hay otros muchos que sí lo son, hay muchas entidades sociales, ong’s, fundaciones, etc, que llevan muchos años funcionando con la ayuda de la banca tradicional, sin contar con empresas normales y corrientes, que pueden ni contaminar, ni tratar mal a los empleados/proveedores….
– Ante todo, y lo fundamental, el cliente. Todos los estudios de inversiones sostenibles, tratan de demostrar, y lo consiguen, que invertir en empresas que cuidan el medio ambiente, a los empleados…son en el medio-largo plazo igual de rentables que las que no lo hacen. Esto debería aplicarse a todos los ámbitos, es decir, hay que competir con el resto de bancos, los servicios han de ser los mismos y además, añadir el diferencial de saber en qué se utiliza tu dinero. No vale la excusa de ser el ético para no invertir en tecnología, en medios, etc….
Creo que la banca ética ocupa un nicho de mercado, espero que creciente, fomenta y apoya actividades respetuosas con el medio ambiente, de ayuda a colectivos desfavorecidos, y todo, desde su propia actividad, es decir, y a diferencia de las fundaciones de los bancos, trata de que el cliente que deposita fondos sepa exactamente en qué proyectos se invertirá su dinero (a través de los préstamos) asegurándole que no se invierte en proyectos que no respeten los derechos humanos o el medio ambiente, pero le queda un largo camino, no tanto en sus fines, muy loables, como en los medios para conseguirlos.