El diario Cinco Días, abre hoy su edición mencionando que la tras las inmobiliarias, la crisis está afectando también severamente a las reunificadotas de deuda. Han estimado que alrededor del 50% de las sucursales de reunificadotas de deuda han cerrado en los últimos 6 meses.
Achacan esta crisis al hecho de que las entidades financieras dan menos crédito, y dan preferencia a sus sucursales propias. Además mencionan que se ha cerrado la financiación especialmente a colectivos como el de los inmigrantes, que conformaban una gran parte de la clientela de estas sucursales de financiación.
Yo al igual que he comentado durante mucho tiempo en este blog sigo pensando que el problema está en el enfoque de negocio de la mayoría de los partícipes de esta industria. Es un modelo de “altos costes” y de altos precios, y en cuanto baja un poco el negocio los costes se lo comen literalmente y urge cerrar. Además para cobrar honorarios a los clientes se recurren a trucos y engaños y a una falta de trasparencia realmente indignante.
El diario Cinco Días menciona que sin embargo, el número de personas que acuden a establecimientos de refinanciación ha aumentado notablemente, y culpa de esta diferencia entre demanda potencial y oferta a la supuesta estrategia de los bancos de ahogar al sector.
Yo creo que cualquier banco estaría encantado de ofrecer sus productos a través de un intermediario transparente y eficiente. Lo que no quieren los bancos y cajas es contaminar su imagen con la de ciertas empresas que tienen una visión de los servicios financieros bastante mediocre y oportunista.
Todo esto nos es más que una oportunidad para lanzar modelos de negocio mejores, y no el habitual “aquí-te-pillo-aquí-te-mato” que ha sido tan habitual durante los años de boom económico.
Bueno, uno escoge a sus clientes por el tipo de productos que ofrece. Una «reunificadora de deudas» no va buscando precisamente un mercado target de gente inteligente y solvente, sino todo lo contrario. Si encima recurren a engaños, se junta el hambre con las ganas de comer, así que veo bastante difícil que consigan cobrar nada a nadie. El que ayer debía 5 al banco, mañana te deberá 10 a ti. ¿Pagó al banco? Pues lo mismo a ti.
Hay productos que están condenados desde su concepción, y pienso que este es uno de ellos.