Vivo en el noroeste de Madrid. La explosión urbanística vivida en Boadilla del Monte, Villanueva de la Cañada, Villanueva del Pardillo, Majadahonda y Las Rozas ha sido espectacular. Villanueva de la Cañada (donde resido) se ha multiplicado por 15 en los últimos 20-25 años (en un quinquenio creo que fue el municipio de España con mayor crecimiento relativo).
Ahora con la crisis me he dado cuenta de una cosa:
- Primeron cerraron las agencias inmobiliarias que acababan de abrir, vamos los despistados que abrieron cuando todo el negocio estaba hecho.
- Luego cerraron las agencias inmobiliarias franquiciadas, Don Piso y Tecnocasa principalmente.
- Las agencias autónomas locales (de la zona, con algunos años de vida) están aguantando.
Esto me ha hecho reflexionar. Las agencias franquiciadas tienen mejores procesos, mejor imagen de marca, e incluso mejores locales, y sin embargo son más frágiles ante la crisis. Se me ocurren (por especular un poco) 2 posibles razones:
- El esfuerzo económico de una agencia franquiciada es mayor. Tener que pagar un canon mensual de publicidad es un coste adicional a tener en cuenta.
- Quizá… el perfil de agente inmobiliario autónomo es un perfil más emprendedor, alguien que «no va a pagar por una cosa que puede hacer él mismo«. En vez de llamar a su agencia «Don Piso» la llama «Inmo-Villanueva Norte», y a tirar millas. Este tipo de «buscavidas» suelen adaptarse mejor a las circunstancias y a lo mejor por eso aguantan mejor. Por contrario, a lo mejor el perfil de agente perteneciente a una red franquiciada es más el de una persona que espera que «le hagan parte del trabajo» desde la central, y el uno por el otro…
A mí lo que me interesa es extraer enseñanzas para el mundo del asesoramiento financiero para particulares. Cada vez creo más en los asesores financieros autónomos, profesionales con un profundo conocimiento de su zona y de su cartera de cliente. Gente que va a buscar a sus clientes, y no espera a que les caigan del cielo sólo por tener un precioso logotipo en la puerta.
Es fundamental para Crisalia ser capaces de diseñar para ellos un servicio «llave en mano» de productos financieros. 🙂
Conozco el tema de primera mano, ya que un socio de nuestra empresanpropia de financiación (Futur Finances) tenía una franquicia (en este caso financiera, pero pasa lo mismo con las inmobiliarias). Las franquicias cobran un cánon de entrada generalmente muy alto (unos 30.000 € de media) y unos royalties mensuales de unos 300-600 E mensuales. El coste de este tipo de negocios es muy elevado para el servicio que dan. Y lo de la imagen de marca… pues bueno. Tampoco creo que el negocio inmobiliario-financiero se base tanto en una imagen como en un saber hacer y años de profesión, y titulación y formación necesaria. Eso, al final, es lo que percibe el cliente final, creo yo.
Ciertamente, esta crisis tambien se va a llevar por delante a muchas inmobiliarias de toda la vida, pero desde luego, si alguna aguanta serán éstas. No creo demasiado en las franquicias inmobiliarias ni en las financieras. La mayoría, son un camelo.
Totalmente de acuerdo