Bill-Me-Later es una empresa de crédito sobre compras realizadas en Internet. Es el equivalente a los préstamos en el punto de venta, pero online.
Para los profanos en la materia diré que existen empresas financieras que ofrecen un préstamo rápido (sin o con poco papeleo) en el mismo centro comercial en el que compramos una lavadora o una TV. Los préstamos en el punto de venta suelen ser caros (10-20% generalmente) porque la gestión del riesgo es baja (no hay casi datos para evaluar), puesto que lo importante para el cliente (y el comercio) es la inmediatez.
En España creo recordar (hice un proyecto hace unos años) que los líderes son Financiera El Corte Inglés, Santander Consumer, BBVA Finanzia, Cetelem, Servicios Financieros Carrefour, Cofidis, y Finconsum («la Caixa»). También recuerdo que Caja Madrid tenía un servicio llamado «AlMomento». La financiación al consumo es un mercado gigante (unos 50.000 millones de € de balance en España) y con altos márgenes, en el que la clave del éxito es conseguir una gestión del riesgo eficaz que contenga la alta morosidad inherente a este segmento financiero.
Bill-Me-Later hace básicamente lo mismo que las empresas offline, pero online. Sin embargo Bill-Me-Later cuenta con 2 ventajas adicionales:
- Chequea en tiempo real el «credit scoring» del cliente para ofrecer un precio adecuado y/o aceptar/denegar la operación.
- Probablemente usa toda la información online disponible en el momento de la solicitud para saber si el cliente es mejor o peor que lo indicado en el credit scoring. La hora de la transacción, el producto adquirido, la página desde la que llegó al comercio, la tarjeta usada, si la IP es de una empresa grande, etc. son datos con los que se puede construir un modelo de riesgo complementario. Por imaginar, podríamos incluso especular que el tiempo que tarda el cliente en rellenar el formulario es un indicativo de su nivel de alfabetización digital, y que éste es un indicativo de su capacidad económica. También se podría ver el número de entradas de Google con el nombre y apellidos del solicitante, la antigüedad de su email (y si es Hotmail, Yahoo o Gmail, o de una empresa determinada), la velocidad de la conexión de internet, y así con decenas de variables.
Estas 2 ventajas hacen que probablemente los tipos aplicados sean menores que en los préstamos offline. Así pues, comprar online puede ser no sólo más barato per se, sino más facilmente financiable y de forma más económica también.
El gran «desafío» de los préstamos en el punto de venta, tanto offline como online es la existencia de tarjetas de crédito con posibilidad de aplazar pagos. Éstas son también caras, pero pueden bajar sustencialmente sus margenes porque las tarjetas cuentan con la ventaja de tener interiorizado el historial financiero del consumidor, por lo que pueden gestionar mejor el riesgo y hacer mejores precios a los clientes de mayor confianza, dejando los clientes de peor perfil de riesgo para los préstamos en punto de venta.
Bill-Me-Later tiene más de 700 acuerdos con sitios de comercio electrónico. Bill-Me-Later fue financiada originariamente por Amazon y fue vendida hace 4 meses a eBay por 945 millones de dólares. Muchos analistas creen que la cantidad es exagerada, pero yo creo que todo depende del modelo de riesgo propietario que he mencionado en el punto 2. Si el modelo se desarrolla (se necesita experiencia acumulada) y funciona, Bill-Me-Later podría ser sin duda el líder de un mercado gigantesco que está aún por despegar. Estaremos atentos.
Mas Info: www.crunchbase.com/company/billmelater
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