Ayer viernes tuve el placer de compartir mesa de debate con Ágatha Ruiz de la Padra y con Domingo Arochena Amestoy en la escuela de emprendedores de la Fundación Junior Achievement España. Los asistentes eran unos 300-400 niños/as y adolescentes de varios colegios de la Comunidad de Madrid.
Para mi fue un verdadero honor compartir mesa con tan exitosos empresarios. Así que por mi parte me pareció conveniente contar la historia de las cosas que no me habían salido bien en la vida y de cómo pienso que esos fracasos han sido determinantes para los éxitos que he podido conseguir o que podré conseguir en el futuro.
Fue interesante comprobar que Ágatha, Domingo y yo éramos de espítitu tan niños como la audiencia. Al salir del auditorio de la Fundación Canal pensé que además de «enseñar» a los niños a ser emprendedores, deberíamos instruir a los mayores para que aprendan a no estropear el niño que todos llevamos dentro, porque emprender es jugar.
Totalmente de acuerdo con tu reflexión!
Algunos adultos han aprendido a tener muy a raya a su niño (algunos lo llaman niño interior). Algunos adultos tratan a su niño interior como un instructor rígido, castigador (todo esto de manera inconsciente, quizá no sean ni siquiera conscientes de que albergan ahí dentro un niño interior). Probablemente sus circunstancias vitales y sus decisiones les hayan llevado a este estado.
La buena noticia es que ese niño interior nunca muere. A veces está asustado, y ha aprendido a callarse ante los mayores.
Hay que enseñar a algunos adultos a escuchar a su niño, a dejarse invadir por él, a no censurarlo, a dejar que juegue, a disfrutar con su niño.
Estas personas ni se imaginan la creatividad que vive dentro de ellos, a través de ese niño interior.
Tu experiencia personal de caerte y levantarte, también tiene mucho que ver con el niño interior, que prueba una y otra vez hasta que consigue hacer algo (sin preocuparse demasiado por su imagen). Y creo que también con tu ilusión. Y con tu tozudez. Característica mal vista, pero que, como todas las características del ser humano, está ahí por algo, y tiene su utilidad.
Por cierto, Fran, en la foto tienes un moco en la nariz ;-P
🙂
da que pensar la verdad. Y cómo logramos sobrevivir como niños de adultos??
Muy enriquecedor