English translation (Thanks Dr. Carmela Baeza for translating)
29-2-2016
Gracias! Hemos superado los 110.000 visitantes a este post (el MWC fue visitado por 101.000). El post ha sido Twitter Trending Topic en España 2 veces, y ha sido compartido más de 18.000 veces en Facebook. 75% de nuestro tráfico viene de Facebook. 80% de los que nos leen lo hacen desde el móvil. Y tenemos 161 comentarios al final del post.
Hoy Fira de Barcelona se ha puesto en contacto con nosotros muy amablemente y nos están pidiendo más info para investigar los hechos. Respecto al organizador del evento, GSMA, el sábado la RRPP del congreso, Claire Cranton, pidió a Hipertextual que me dieran su email para que yo la escriba. Yo contesté con mi email y telf. Es GSMA quien tiene que contactarme, y no yo a ellos. Si 8 personas de su organización nos han dicho que no puede entrar un lactante, intuyo que es política del GSMA, y por tanto no creo que sean ellos a quien tenga que dirigirme, sino a las autoridades y a la opinión pública.
— POST ORIGINAL–
Esta mañana me han echado del Mobile World Congress de Barcelona. ¿La Razón? Estaba sentado en un banco de la entrada cuidando a mi hija Marina, un bebé lactante de 5 meses, mientras su madre aprovechaba para visitar el congreso. Eso es todo. No hubo ningún otro hecho accesorio que pudiera justificar que me echaran. En realidad no me echaban a mi, echaban a Marina. Esta es la foto de la temible sospechosa momentos antes del incidente:
Lo más curioso de todo es que yo no estaba realmente en el congreso, sino en un banco en la calle, justo en la fachada del congreso. Concretamente aquí:
A mi entender eso es la calle y como ciudadano debería poder estar sentado allí libremente.
Esta es la historia completa: Yo estaba reunido con un cliente en Barcelona mientras mi mujer intentaba entrar en el congreso, debidamente acreditada y con entrada en regla, con nuestra hija lactante.
Para quien no lo sepa, lactante significa que el bebé necesita a su madre para comer (darle el pecho), lo que habitualmente ocurre cada 3-4 horas y por tanto restringe mucho la capacidad de movimientos de la sufrida madre.
La organización niega la entrada a mi esposa diciendo que está prohibida la entrada de niños. Mi mujer alega que más que un niño es un bebé lactante, que no se mueve ni llora, y que no lo lleva al congreso por capricho, sino por necesidad de conciliar su vida profesional y familiar. A esto que le responden, literalmente, que «entrar un bebé en el congreso es muy poco profesional«.
Inciso: Esther, mi esposa, es Directora de Estrategia y Partnerships de una empresa española de Business Intelligence y Big Data que cuenta como clientes a varias empresas del Ibex así como por ejemplo a más de 40 filiales de Coca-Cola por todo el planeta. Mi mujer cuenta con dos carreras, un MBA por la universidad de Columbia en Nueva York, y ha trabajado en multinacionales como Accenture, JP Morgan, o McKinsey&Co. Y además últimamente le llaman HeadHunters un par de veces por mes. Esa es mi mujer en el ámbito profesional, que según la organización del MWC se queda en nada ante el terrible hecho de querer entrar al congreso con su bebé de 5 meses de edad. ¡¡Qué falta de profesionalidad por favor!!
Tras la poco sensible respuesta por parte de los representantes del congreso, mi mujer me telefonea y quedamos en que tan pronto acabe mi reunión, voy para el congreso y me quedo con nuestra bebé, Marina, para que Esther pueda entrar. Y así hacemos. Así que Esther accede al congreso y yo me quedo paseando a Marina por la calle hasta que decido ir a sentarme en los bancos de la entrada. Para ello cruzo, debidamente acreditado (yo también tenía entrada), un cordón de seguridad que se situaba a la altura del estanque que veis en la foto. En un principio un miembro de la organización me da el alto y me dice, en inglés, que no puedo entrar con el bebé. Le prometo que sólo voy a sentarme en el banco y que no entraré en el edificio, donde por cierto hay otro control para ya entrar de verdad en el congreso. Así que me deja entrar y procedo a sentarme en el banco tal y como le prometí.
Tras 10 minutos sentado en el banco, contestando emails desde mi móvil mientras Marina dormía plácidamente, se aproxima una mujer perteneciente a la organización (intuyo que una jefa) y me pide, en inglés, que me levante y me vaya porque no puedo estar allí con el bebé. Le pregunto que a quien molesto y me contesta de mal tono: «le repito, amablemente, que debe abandonar este lugar». Le contesto que estoy en la calle y que qué autoridad tiene ella para echarme de allí. Visiblemente enfadada me vuelve a insistir 2 ó 3 veces que me lo está pidiendo «amablemente», lo cual es claramente una amenaza velada: existen otras formas «menos amables» de levantarme del banco. Os podéis imaginar.
En ese momento yo tenía dos opciones: negarme y hacer una protesta de resistencia pasiva a lo Rosa Parks o El Langui, o irme sin más. Como no me gusta el conflicto, y no me apetecía ver mañana una foto mía en el periódico con cuatro gorilas llevándome en volandas, agarrado de brazos y piernas, mientras un quinto maneja el carrito de mi hija hasta la salida, me decanté por la segunda opción y me fui pacíficamente. Es cierto que si me hubiera resistido probablemente ahora todo esto estaría circulando viralmente en Redes Sociales, lo que habría llevado a que la organización pidiera excusas y rectificara. Hubiera sido una buena lección, aunque algo violenta, del poder de la tecnología móvil para hacer entrar en razón precisamente al congreso mundial en móviles. Hubiera sido difícil de explicar a patrocinadores y asistentes al congreso, así como a la opinión pública, el por qué de la tan retrógrada y discriminatoria política de admisiones.
La actitud del congreso contrasta mucho con otras experiencias que Esther y yo hemos tenido en situaciones similares. Cuando hace 2 años viajamos con mi hijo Leo, en aquel entonces un bebé de 2 meses, a Colombia, Avianca se deshizo en atenciones para que nuestro viaje fuera cómodo, especialmente para bebé y madre. Y los organizadores del congreso al que fui, lo mismo. También sucedió igual cuando viajamos a Nueva York hace 3 meses, esta vez con Air Europa. Otro ejemplo es Campus Madrid, de Google, donde tienen desde sala para lactantes hasta eventos para madres emprendedoras. Incluso el 4YFN, el congreso paralelo al MWC, nos permitió entrar ayer con el bebé tras negarnoslo 3 veces: el revisor de la entrada, la supervisora de la entrada, y la encargada del help desk. Fue un jefe el que salió a recibirnos tras nuestras quejas, y muy amablemente, nos permitió la entrada e incluso nos ofreció una zona VIP para que Esther pudiera dar de mamar a Marina. Lo que más me gustó de este tipo, cuyo nombre no recuerdo, pero era alto, castaño y hablaba castellano con acento catalán, fue la manera de comunicarnos que podíamos entrar. Nos dijo: «Hay veces en la vida que más que seguir las reglas hay que guiarse por el sentido común. Pasad«.
Espero que los organizadores del congreso, la Fira de Barcelona, el Ajuntament de Barcelona, la Generalitat, el Gobierno, el defensor del pueblo, y marcas patrocinadoras como Accenture, Android, Asus, Blackberry, Cisco, Citi, Daimler, Dell, Ernst&Young, Garmin, Google, GoPro, Hitachi, Huawei, intel, Juniper, Lenovo, Paypal, Samsung, STC, Shazam, Softonic, Ubuntu, Adobe, IBM, CaixaBank, McCann, PWC, Twitter, Visa, Telefónica, Sabadell, Mazda, Lavazza, Estrella Damm, Campus Madrid, Havas, Yoigo, o LinkedIn lean esta historia y consigan hacer rectificar la política de admisión de bebés lactantes de cara al congreso del año que viene. Lo de hoy no es un caso aislado. Mi amigo Juan Carlos Viota, quien por cierto ganó el concurso mundial de aplicaciones móviles de Google en 2010, me ha comentado hoy en Facebook que a él le pasó lo mismo hace unos años cuando intentó pasar con un bebé. Quizá por esa razón el bueno de Viota ha pasado esta semana en San Francisco, en vez de asistiendo al congreso en Barcelona.
Si no se actúa ahora el año que viene volverá a suceder lo mismo.
Actualización al post::
Mi esposa me dice que el nombre de la persona que nos permitió entrar a 4YFN es Esteban. Gracias Esteban!
Hubo más madres con bebés que se quedaron fuera, como Caroline Ragot
Me quedo a cuadros al saber que el congreso tenía una sección especial para mujeres y hasta una sala de lactancia dentro, que supongo que no la habrá utilizado nadie. Gracias LactApp por este post.
Ahora que lo pienso, las cámaras de seguridad han tenido que grabar toda la escena. Si me lee alguien del Ajuntament o de la Fira, que busque alrededor de las 13:30.
Gracias a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, por RT el post, y a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, por habernos FAV también. Nota: en un principio pensé que nos había twiteado la alcaldesa de Barcelona pero me confundí: era un RT de otra persona sobre un Tweet de la alcaldesa sobre la entrada del bebé de la diputada bescansa al congreso, pero de los diputados. Siento la confusión.
Algún patrocinador ha mostrado su rechazo al hecho (enlaces a tweets de apoyo): Gracias Lavazza y Banco Sabadell por estar a la altura.
@franciscohm Hola Francisco. Como patrocinadores del 4YFN, sentimos lo ocurrido y trasladaremos tu tweet. Gracias por darnos tu opinión. ^MC
— Banco Sabadell (@BancoSabadell) February 26, 2016
@franciscohm buenos días, sentimos mucho lo ocurrido. No somos patrocinadores del MWC sino de 4YFN, pero trasladaremos tu petición. Saludos
— Lavazza España (@LavazzaES) February 26, 2016
Seguir leyendo Incidente con bebé lactante en el Mobile World Congress #MarinaEntraAlCongreso